Los cubanos han vuelto a quedar relegados de los servicios hoteleros, bajo el pretexto de atender exclusivamente a los huéspedes, aunque el índice de ocupación ha sido bajo en los últimos meses.
Las principales denuncias de este comportamiento se producen en las redes sociales y mencionan a instalaciones como el emblemático Hotel Nacional, el «Habana Libre» y el Capri, todos localizados en el Vedado, municipio de Plaza de la Revolución.
Un cubano llamado Ricardo Acostarana contó su experiencia en el Hotel Nacional, a donde pretendió, en vano, entrar a compartir unas cervezas con un amigo, pero la seguridad de allí les informó que el hotel lleno.
«Hace varias semanas, si no meses, se viene dando este fenómeno, y no solo en el Hotel Nacional. ¿Qué p*** les pasa a los institucionistas de este país? ¿Cómo c*** yo no puedo entrar a un hotel de mi barrio, de mi ciudad, de mi país a tomarme un laguer o ver cómo cagan los pavos reales frente al malecón?», se cuestiona el internauta llamado Ricardo Acostarana en su muro de Facebook.
Acostarana no entiende por qué «intentan tomarle el pelo a los cubanos diciéndonos que el hotel está lleno? ¿Qué turismo, asere?».
Otras denuncias describen el mismo trato en el Hotel Capri, donde se hacía habitual acceder al bar del lobby a precios relativamente más accesibles.
La medida parece tener tinte político, pues al calor de las protestas populares de los últimos días en La Habana han surgido iniciativas entre las madres de dirigirse a los hoteles de la ciudad a exigir cobijo y alimentación, en medio de largas jornadas de apagones y cortes eléctricos tras el paso del huracán Ian por el occidente del país.
De acuerdo con declaraciones del economista Pedro Monreal a CiberCuba, el turismo cubano solo alcanzó una ocupación hotelera de 14,4 % en el primer semestre de 2022, basado en cifras oficiales.
