Granma ganó anoche 3-1 con actuación completa de Lázaro Blanco y se colocó a un triunfo de imponerse a Matanzas en la semifinal. En una decisión en la que le iba la vida, el estratega matancero Víctor Figueroa siguió con su plan inicial de darle la pelota para el cuarto partido al pinareño Yosvani Torres.
Si le salía bien, tendría a Yoanni Yera para montarse encima de los Alazanes en el play off; pero si no, como sucedió, disminuyen las apuestas a una remontada, después de que en los últimos años, con ventaja, incluso, los Cocodrilos no han podido dar el mordisco final.
Más pragmático, Carlos Martí se decantó por Lázaro Blanco. Un tercer triunfo, y a la hila, sería la más mortífera de las patadas que podría darle en la panza a los «Coco-Tigres». Martí juega al seguro; o al menos, eso intenta. Con él no hay sorpresas ni intuición, y esa estrategia, en subseries tan cortas, suele ser eficaz.
Y Blanco, que en el partido de la apertura no había lucido bien, esta vez se desquitó, y a qué hora. Lanzó los nueve innings, le dieron solo cuatro hits y ponchó a siete rivales.