Tal como ha sucedido en San Antonio de los Baños (Artemisa) y en Palma Soriano (Santiago de Cuba), donde los pobladores han salido de sus casas a marchar por las calles pidiendo la renuncia del gobierno, ahora sucede en el municipio de Alquízar.
«Sí se puede» es el grito constante entre los manifestantes en medio del agobio provocado por la escasez de alimentos, medicamentos y la pésima gestión de la pandemia del coronavirus en la isla.
«Esto es increíble», dice la mujer que transmite en vivo, en alusión a lo inédito de salir a reclamar derechos de forma masiva.
