El nuevo veto migratorio del presidente Donald Trump entró en vigor este lunes, restringiendo total o parcialmente el ingreso de ciudadanos de 19 países a Estados Unidos, bajo el argumento de proteger la seguridad nacional.
La medida, formalizada el pasado 4 de junio mediante una proclamación presidencial, establece una prohibición total para los nacionales de 12 países, incluyendo Afganistán, Irán, Libia y Sudán, considerados por la administración estadounidense como naciones con “deficiencias en la verificación de antecedentes” y un “riesgo muy alto” para el país.
Otros siete países, entre ellos Cuba, Venezuela, Laos y Sierra Leona, enfrentan restricciones parciales. Según el documento oficial, estos también representan un nivel elevado de riesgo, aunque en menor grado.
La decisión de Trump fue influida, en parte, por el reciente ataque antisemita ocurrido en Boulder, Colorado, aunque según fuentes en Washington, la iniciativa ya se venía evaluando desde hacía semanas.
La medida ha generado una fuerte reacción internacional. A través de la red social X (antes Twitter), el canciller cubano señaló a políticos anticubanos, incluido el secretario de Estado Marco Rubio, como los principales impulsores de esta decisión, acusándolos de traicionar a las comunidades que los eligieron.
