Artistas, familiares y el pueblo cubano se dio cita este martes en el Teatro Nacional para dar el último adiós a la actriz Aurora Basnuevo, portadora de alegría y cubanía, fallecida el pasado 26 de septiembre a los 84 años de edad.
En el lobby de la institución hay ofrendas florales de Raúl Castro Ruz y Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Basnuevo destacó siempre por su especial carisma. Fue animadora, cantante, y aunque su nombre esté ligado a la comedia, también demostró su capacidad para asumir roles dramáticos, en medios como la radio, el teatro, el cine y la televisión.
Nació en 1938 en el municipio de Colón, en Matanzas, y llegó con su familia a La Habana muy joven, donde se graduó como maestra normalista.
Proclamada Estrella Naciente en el célebre programa de José Antonio Alonso, desde 1957 se enrrumbó hacia el arte, hasta profesionalizarse a inicios de los años 60.
Fue parte del grupo Rita Montaner, en el cual intervino en obras como La pérgola de las flores, y Las yaguas, donde aprovechó sus aptitudes para el canto y el baile. Tras ese momento, pasa al Teatro Martí, donde alterna con nombres muy respetados del teatro vernáculo.
En 1965 comienza a transmitirse Alegrías de sobremesa, el inolvidable programa humorístico de Radio Progreso, con guion de Alberto Luberta.
La llegada de Aurora Basnuevo a ese espacio la consagra con el papel de la mulata Estelvina, al que daría vida por décadas.