Un grupo de médicos de la provincia de Holguín se pronunciaron este sábado sobre el colapso sanitario que vive el territorio como resultado de la pandemia de Covid-19.
«Denuncio públicamente que el colapso sanitario de nuestra provincia no se debe al mal trabajo de los médicos y por esta vía exijo los medios de protección y recursos necesarios para que puedan salvar al pueblo cubano», dijo ante cámara Natali Ramírez Ibarra, estudiante de cuarto año de medicina en la Universidad de Ciencias Médicas Mariana Grajales.
En el video que circuló por las redes sociales y grupos de WhatsApp, los jóvenes galenos, residentes y estudiantes, que trabajan en los distintos frentes de batalla contra la terrible enfermedad, responden a las consideraciones del premier cubano Manuel Marrero Cruz a los profesionales de la salud.
“La falta de medicinas es inferior a la cantidad de quejas y denuncias por el maltrato, la dejadez”, había dicho Marrero Cruz en pantalla nacional.
A esas críticas del funcionario mostró su descontento el doctor Manuel Guerra, exresidente de Ginecología y trabajador del hospital Nicodemus Regalado León. “Intentó culparnos de la desastrosa situación higiénico-epidemiológica actual de nuestra provincia”, expresó.
Aunque en los últimos meses se ha visto a muchos médicos sacar la verdad a flote sobre el sistema de salud cubano, esta unión de galenos contra la institucionalidad es única en la historia reciente.
“No es falta de humanidad, es falta de recursos. Basta ya”, agrega la cirujana del Clínico Quirúrgico Milagros Aguilera, en lo que Rafael Alejandro Fuente Sánchez, otro colega, expresa el temor por las consecuencias que deriven de su denuncia.
“Tenemos miedo, pero no le tenemos miedo a la pandemia. Le tenemos miedo al gobierno, tenemos miedo a lo que pueda hacer y de la manera que se pueda interpretar el hecho de que nosotros salgamos a exigir nuestro pleno derecho y el derecho del pueblo a seguir recibiendo una atención medica de calidad”, dijo Fuente Sánchez.
La crisis sanitaria que atraviesa Cuba ha llegado a extremos. Hoy sucede en los hospitales lo mismo que el país socorrió en zonas de Europa a mediados del pasado año. Mientras llega la ayuda internacional, reina el caos.