La meteoróloga cubana Ailyn Jústiz Águila, que provocó críticas y memes en las redes luego de referirse en televisión al fenómeno meteorológico Elsa como “tormenta atormentada”, no son importantes estas reacciones.
«Cuando analizo que, entre tantos millones de cubanos, solo unos pocos se burlaron y lo tomaron de una manera algo grosera, e incluso lo utilizaron para hablar sobre otras cosas del país, simplemente creo que no tiene mayor significación”, dijo en una entrevista al periódico Juventud Rebelde.
Jústiz prefiere quedarse con las muestras de respeto del público y cita a uno de sus colegas: “es preferible una tormenta atormentada que un huracán equilibrado”.
A pesar de a que varios usuarios en las redes sociales les pareció malograda la frase de la especialista, ella aclara que la dijo con total propiedad.
“No hice ese comentario equivocadamente. El país vive una situación epidemiológica tensa y difícil, y que una tormenta tropical venga a desajustar nuestras vidas, es complicado”, explicó.
“Se atormentó ella, atormentó las condiciones meteorológicas, atormentó los modelos de pronósticos y atormentó a Cuba”, dijo al diario de los jóvenes en la isla.
Jústiz cree que con esa frase “entendieron todas las personas, y ese es el objetivo de nuestro mensaje”.
Sin embargo, no todo fue burla. Cientos de internautas mostraron su agrado para con la meteoróloga, de quien elogian su empatía, lenguaje claro y excelentes dotes comunicativas.
Para el Máster en Estudios Lingüísticos-Editoriales Hispánicos en Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, “no se defiende cabalmente a Aylín Jústiz señalando que la expresión «tormenta atormentada» es una prosopopeya, aunque lo es”.
A su juicio, más importante es “comprender algo de lo cual la propia meteoróloga se dio cuenta mientras hablaba, al aclarar «vamos a decirle ‘atormentada’; vamos a llamarle así»”.
“Ella sabía que esa prosopopeya era inadecuada en el contexto comunicativo en que fue dicha, por cuanto transgredía la expectativa que se tiene de los discursos científicos, y del meteorológico en particular, que, por norma y costumbre, apelan al lenguaje meramente denotativo, no al figurado”, explica el lingüista.
“Fue la inadecuación ―que no incorrección― lo que generó la mofa”, dice Pedro de Jesús, y acto seguido se declara fan de Aylín Jústiz, “porque es una excelente comunicadora, de eso no me caben dudas”.
La joven integrante del Instituto de Meteorología de Cuba, que se ha ganado apelativos como «la Rubiera femenina», «la Rubierita», «la sustituta de Rubiera», es natural de la provincia de Ciego de Ávila, tiene 33 años y es madre de un niño de 4 años, Diego Alejandro.