Joe Biden, el actual presidente de los Estados Unidos, quien ha considerado como una “vergüenza moral” la política migratoria de tolerancia cero impulsada por su antecesor Donald Trump, ha firmado tres órdenes ejecutivas en las últimas horas que revertirán la situación actual.
Las disposiciones beneficiarán la reunificación de aquellas familias de migrantes que se vieron perjudicadas por la política migratoria. Se eliminan los obstáculos y dilaciones en cuanto a la migración legal a los Estados Unidos, que incluye la ley de carga pública o las demoras en el otorgamiento de visas desde las diferentes embajadas.
Otra de las ordenes abre el camino de quienes solicitan asilo en Estados Unidos. Ahora las expectativas están dirigidas a una posible legislación que le otorgue un estatus legal de camino a la ciudadanía a unos 11 millones de indocumentados.
El otorgamiento de asilo político para quienes lo solicitan en las fronteras, la eliminación de la política de un tercer país para aguardar el fallo de las autoridades migratorias estadounidenses y la reagrupación de familias separadas en la frontera con México, fueron algunos de los temas que la administración demócrata se propuso evaluar con inmediatez y que ya había sido comunicado por la secretaria de prensa de la Casa Blanca y otras figuras del gobierno.
Con el fin de detener la entrada de migrantes a los Estados Unidos, Trump además de la construcción del muro fronterizo, aplicó un controversial plan de separación de adultos y niños que intentaban cruzar la frontera sur de la Unión. Las imágenes que recorrieron el mundo fueron conmovedoras, menores en instalaciones de detención migratoria a través de las mallas metálicas se convirtieron en un símbolo de la cuestionable política migratoria del anterior gobierno que provocó la separación de más de 5000 niños de sus padres.
Biden, ha creado un grupo de especialistas encabezado por el secretario de Seguridad Nacional, el latino Alejandro Mayorkas, para encontrar una solución a ese conflicto ético, y lograr reunir a más de 600 pequeños que perdieron todo vínculo con sus familias.
“Trabajaremos duro para deshacer la vergüenza moral y nacional que nos impuso el gobierno precedente cuando literalmente, y no metafóricamente, arrancó de los brazos de sus familiares, madres y padres, a cientos de niños en la frontera”, prometió el demócrata.
No obstante, funcionarios del gobierno piden que no se agrupen más inmigrantes en la frontera con México porque de momento las leyes y la situación “no ha sido cambiada”.
Roberta Jacobson, designada por Biden para dirigir la política migratoria en la frontera con México, la misma diplomática que presidió la mesa de negociaciones con Cuba durante el gobierno de Obama. La funcionaria insistió en que “ahora no es el momento de arribar en caravanas” recordando que a pesar de la voluntad manifiesta de los demócratas “los procedimientos y normativas para permitir el ingreso a Estados Unidos no van a cambiar tan pronto como de un día para otro”. A la vez advirtió cuan peligros es el tránsito migratorio en medio de una letal pandemia.
La diplomática amplió que el gobierno de Biden “está comprometido con un procedimiento de frontera más justo y objetivo, ya que considera que Estados Unidos es más seguro, más fuerte y próspero si cuenta con un sistema de inmigración basado en la lógica y la justicia, que da la bienvenida a los inmigrantes y favorece la unión de las familias”.
Este martes, Ali Noorani, presidente del Foro Nacional de Inmigración declaró “El Congreso debe aprovechar estos primeros pasos para encontrar soluciones permanentes para mejorar nuestro sistema de inmigración”.
